En cada generación de consolas hay géneros que se ponen más o menos de moda, como han sido en los últimos años los juegos de acción en primera persona, pero hay un tipo de juego que se mantiene siempre en lo más alto, ofreciendo multitud de propuestas de mucha calidad, que además sirven de referente técnico en cada plataforma. Estos son los juegos de conducción, y ya sea en su vertiente más arcade, de simulación, o en un punto intermedio, en la actual generación que ya está llegando a su fin hemos disfrutado de geniales propuestas.
Unos serán más recordados que otros, y no necesariamente por su calidad intrínseca, sino más bien por el impacto que consiguieron lograr en el momento del lanzamiento. Project Gotham Racing 4, MotorStorm, Burnout Paradise, Blur, Forza Motorsport 3 y Gran Turismo 5, son solo algunos ejemplos, y seguro que muchos también os acordáis de Race Driver: GRID. Lanzado en el verano de 2008 por Codemasters, la compañía británica es una de las que más y mejores juegos de conducción nos ha ofrecido, y ahora, cinco años después, nos trae una acertada secuela.
¿Cómo competir contra gigantes del género como Gran Turismo 5, Forza Motorsport 4, Need for Speed: Most Wanted o Forza Horizon? Pues ofreciendo algo distinto, ni siendo un simulador tan profundo, complejo y completo como los dos primeros, ni siendo un arcade en mundo abierto como los dos últimos. Cochazos, circuitos reales y carreras por las calles de ciudades tan emblemáticas como París y Barcelona, una gran variedad de pruebas, y una conducción muy sencilla y directa, lo que no quiere decir que sea fácil y poco profundo. Un juego de cochesmuy divertido, que nunca cae en el tedio con paja para alargar la experiencia, intenta ser siempre variado, siempre entretenido.
A diferencia de los que mencionamos como gigantes del género, GRID 2 apuesta por lo concreto, por poco contenido pero muy bien hecho, lo que nos parece una gran idea. "Quien mucho abarca, poco aprieta", aquí no tenemos centenares de coches ni cifras mareantes de circuitos, pero todo lo que ofrece, que no es poco, está muy cuidado, cada curva de los circuitos está diseñada con mimo, cada centímetro de la carrocería de los coches, su comportamiento sobre el asfalto, está totalmente diferenciado, no tendremos con dos vehículos diferentes las mismas sensaciones al volante.
Esto decepcionará a los amantes de las grandes cifras, pero como sabemos apreciar los amantes de los juegos de conducción arcade, más vale poco y bien hecho que mucho y descuidado, sin ir más lejos Sega Rally está considerado uno de los mejores juegos de todos los tiempos y tan solo tenía tres circuitos. Con esto no estamos justificando a GRID 2, simplemente queremos dejar bien claro qué ofrece lo nuevo de Codemasters, y que nadie se lleve a engaños, y por tanto se decepcione.
GRID 2 es un juego valiente y honesto ya que se desmarca de muchas de las tendencias del género, como ofrecer distintos ajustes jugables para hacer la experiencia más arcade o realista a gusto del consumidor, aunque sí abraza otras, como las funciones sociales y el pique con los amigos para conseguir los mejores tiempos, al estilo del Autolog de Criterion. Hay decisiones que sorprenden, como el hecho de que podamos personalizar el aspecto de los coches, pero no su mecánica, y ni siquiera podemos hacer mejoras de potencia y rendimiento en el modo para un jugador, sí en el multijugador, aunque de manera muy básica.
Al iniciar GRID 2 tenemos sus dos modos principales totalmente diferenciados, World Series Racing y GRID en línea, el modo para un jugador y multijugador respectivamente. En el primero tenemos que ir creciendo como pilotos a medida que hacemos cada vez más popular el WSR, un campeonato creado por un excéntrico y polifacético millonario, que pretende que su nueva competición se convierta en un absoluto referente dentro del mundo de la conducción, reuniendo a los mejores pilotos de los clubs más influyentes del mundo.
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