Los creadores de Ratchet & Clank se pasan al desarrollo multiplataforma con un entretenido, frenético y correcto juego de acción en tercera persona que no consigue destacar en ningún aspecto.
Los californianos Insomniac Games se han labrado un nombre y cierto prestigio a lo largo de casi 20 años, primero con la trilogía Spyro the Dragon en PlayStation, un genial plataformas en tres dimensiones, luego con los divertidos Ratchet & Clank, tanto en PS2 como en PS3, una saga que actualmente no pasa por su mejor momento, y por último y para esta misma consola la trilogía Resistance, una saga de acción en primera persona bastante discutida.
Siempre trabajando en exclusiva para las consolas de Sony, en el E3 de 2011 anunciaron su primer juego multiplataforma, para PS3 y Xbox 360, y publicado por Electronic Arts: Overstrike. Con una apuesta por el cooperativo, las armas más originales –una marca de la casa-, y un diseño artístico muy cartoon, la cosa no pintaba mal. Hasta un año después no volvimos a saber de él, y reapareció con ciertos cambios bastante importantes. Primero con un nuevo nombre, Fuse, y segundo con un nuevo estilo visual, más realista y genérico, dejando a un lado el aspecto de dibujo animado de sus inicios, y con ello perdiendo parte de su personalidad.
Y como os podíais imaginar por las frías impresiones de la prensa en los meses anteriores a su lanzamiento, y la poca importancia que le ha venido dando la propia Electronic Arts a la hora de promocionarlo, Fuse no es ninguna maravilla, pero tampoco es un mal juego. Acción en tercera persona con modo cooperativo hasta cuatro jugadores a través de internet –para dos jugadores a pantalla partida-, que no consigue sobresalir en ninguno de sus apartados, arriesga lo justo, pero que tampoco hace nada demasiado mal, y sabe entretener.
A estas alturas de la generación, plagada de juegos de acción en primera y tercera persona, u ofreces algo distinto y original para atraer la atención, o haces lo de siempre pero de una manera sobresaliente. Fuse no consigue ni lo uno ni lo otro, y quizás de haber salido hace 2 o 3 años, su recibimiento hubiera sido mucho mejor. Pero ahora, y de manera bastante comprensible, la mayor parte de los jugadores lo van a recibir con hastío. Una pena y un poco justo, ya que para nada es un mal juego, cuenta con unas mecánicas bastante robustas y bien implementadas, se juega bien, entretiene y tiene un notable cooperativo, pero su mayor problema es que no sorprende en ningún momento, y tenemos la sensación de que ya hemos jugado a esto decenas de veces, es harto previsible. A su sólido pero poco sorprendente planteamiento jugable, se le une una falta de personalidad alarmante en su diseño artístico, los personajes protagonistas y su anecdótica historia, tan floja como de costumbre en un título de acción, pero peor contada si cabe, nunca nos importará un pimiento lo que está pasando. Por suerte no nos molestan demasiado con cinemáticas o diálogos que interrumpan la acción, todo fluye con buen ritmo, con constantes escenas de acción separadas por puertas, ascensores y todo tipo de excusas para reunir al grupo y pasar al siguiente tiroteo.
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